Ö

Aun recuerdo aquella isla, Ö.
En ningun momento fue un plan, tan sólo surgió la idea de repente.
Y para allí nos fuimos.
Entre mouses, asfalto desconocido, o mas bien no asfalto.
Y cogimos el barquito, y remamos, remamos...hasta llegar a tierra.
Y luego pescamos, y comimos, y bebimos...
y intentamos contar las estrellas con los dedos
pero no pudimos...
Allí,
descubrimos qué es realmente el silencio.
Quizas mi mejor experiencia sueca.
Una gran día y noche.